Más de 7.000 alumnos malagueños se someterán a la tensión de las pruebas de Selectividad entre los días 12 y 14 de este mes. La prueba, que por primera vez en 20 años coincide en sábado, supone un gran esfuerzo para las familias en estos momentos. El gasto medio en la prueba ronda los 90 euros, a los que se suman 52 de expedición de título.
Luis Santiago es periodista freelance. Hace unos días lucía con orgullo una foto de su hijo mayor. Se había graduado y era momento de encarar la importante etapa universitaria. Antes, los nervios y la prueba decisiva de la Selectividad. Luis abonó el jueves pasado las tasas para la prueba. Este recibo, junto a la necesaria expedición del título de Bachiller, le supusieron un desembolso de 140 euros.
Tras pagar, empieza a darle vueltas a lo elevado de estas tasas y empieza a mover el asunto por las redes sociales. Dirige un tuit a la Universidad de Málaga, cuya cuenta responde genéricamente que el destino de lo recaudado va a cubrir los gastos organizativos de estos exámenes.
Lo siguiente que hace, también por Twitter, es dirigirse a la Consejería de Educación y a su delegada en Málaga, Patricia Alba. Nada. Eso sí, a través de un antiguo delegado autonómico, logra averiguar que se trata de precios fijados por la Consejería de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo de la Junta de Andalucía. El cálculo, es sencillo, la recaudación en la provincia podría ascender a más de 600.000 euros. La única bonificación que existe a este respecto es la de familias numerosas, que obtienen un descuento del 50%.
El desglose de las cantidades es el siguiente: las asignaturas generales cuestan 58 euros; después hay que sumarle las asignaturas optativas (15 euros por cada una), y los citados 52 de expedición del título de Bachiller. La perspectiva para las familias no es más halagüeña a la vuelta de la esquina, ya que una matrícula promedio de grado sale por unos 800 euros (aquí sí hay bonificaciones por buenos expedientes y becas).
Ya el año pasado, habida cuenta de la crisis, tanto sindicatos como la Federación de Padres de Alumnos, FDAPA, alzaron la voz sobre la necesidad de articular ayudas ante esta situación, debido a que, según datos de UGT, 105.000 familias tienen a todos sus miembros en paro.