Chucho Valdés y The Afro-Cuban Messengers honrarán la memoria de Bebo Valdés en un concierto basado en su segundo disco, 'Border-free', un derroche de vitalidad musical que destroza las fronteras de los géneros cosiendo flamenco, jazz, música árabe, clásica y ritmos comanches y afrocubanos en los mismos pentagramas. Este domingo en el Teatro Cervantes dentro del festival Terral.
Chucho Valdés dedicará su concierto en Terral a Bebo, su padre, fallecido el pasado mes de marzo en Estocolmo después de vivir sus últimos años en Benalmádena. Bebo Valdés tuvo tiempo de escuchar la canción que su hijo grabó con su nombre para 'Border-free', el álbum que presenta este domingo junto a sus Afro-Cuban Messengers. “Mi padre se reía cuando la tocaba y le decía que la mano izquierda de ‘Bebo’ estaba escrita con su estilo y la derecha con el mío”, comentó ayer en rueda de prensa Chucho Valdés.
El tema ha triunfado allá donde lo ha interpretado, desde Nueva Zelanda o Australia hasta Nueva York, Canadá o Puerto Rico, argüía el pianista cubano, que decidió esta semana convertir su ‘descarga’ en el Teatro Cervantes (domingo 7, 21.00 horas) en un homenaje a su progenitor.
El momento de interpretar ‘Bebo’ tendrá otro aliciente especial, ya que el artista malagueño Noé Mirón pintará durante el concierto un lienzo dedicado a su memoria. El recital de Chucho Valdés en el Festival de Verano de Málaga estará dedicado además al resto de su familia, pues Border-free también contiene una guajira dedicada a su abuela (‘Caridad Amaro’) y un tema con el nombre de su madre (‘Pilar’), y a la música en general. A una música que como aseguró el pianista parte de lo afrocubano para mezclarse de forma natural con otros géneros. Cubanía en forma de congas y guajiras, jazz, cruces de fronteras estilísticos que llegan a los gnawa marroquíes, a Rachmaninov y Bach, los comanches y el flamenco, todo cabe en un álbum y un concierto que hilvanan raíces que él ha absorbido desde pequeño.
El fundador de Irakere estará bien rodeado en escena. Ángel Gastón Peralta al contrabajo, Rodney Yllarza Barreto en la batería, Reinaldo Orestes Melián Álvarez tocando la trompeta, Yaroldy Abreu Robles en las percusiones, Dreiser Durruthy Bombale en los tambores batás y voces y el saxofonista invitado Ariel Brínguez Ruiz serán la coctelera de las hibridaciones del líder. Un Chucho que ha explicado cómo le salen tan naturales sus fusiones: estudió piano clásico, y con 9 años estaba tocando a Mozart y a Beethoven, en su casa oía jazz, iba a Tropicana con su padre, un as del ‘feeling’, veía a Duke Ellington, Sarah Vaughan o Nat King Cole, se empapaba del son cubano que lideraban entonces entre otros Arsenio Rodríguez y se escapaba cuando podía a escuchar cantos yoruba y tambores batá.
Los niños tendrán 'Un viaje por el mundo'
El salón Rossini del Teatro Cervantes está acogiendo esta semana el taller bilingüe ‘Jugando a ser músico’, en el que niños de entre 4 y 8 años se acercan con canciones y juegos al mundo de la música y sus instrumentos. La compositora y profesora de música Zulema D’Prado les está guiando en un aprendizaje que les muestra qué son el ritmo y la melodía y de dónde vienen las notas. El domingo 7 julio a las 12.00 h. en el Teatro Echegaray los niños participantes podrán comprobar los conocimientos adquiridos en el espectáculo 'Un viaje por el mundo', en el que se sumarán músicos, cantantes y actores. El repertorio estará formado por obras de diferentes compositores de la música clásica y popular. La dirección artística y musical estará a cargo de la profesora del taller, Zulema D’Prado.