El mismo escenario se repite cada año con la llegada del calor: aumenta el hedor que emana del cauce del Guadalmedina por el agua estancada del río y con ello la plaga de mosquitos por la suciedad acumulada. Los vecinos y comerciantes se quejan de que no pueden abrir las ventanas y puertas de sus casas y establecimientos y piden una solución definitiva al Ayuntamiento.
El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, ante el problema de malos olores en la desembocadura, acentuado en la época estival, se ha mostrado partidario de mantener la lámina de agua del río hasta el mar.
"Personalmente soy muy partidario de mantener la lámina de agua", ha señalado este viernes a los periodistas. El regidor ha incidido en que el problema de los malos olores del Guadalmedina se debe, según su criterio, a que esa lámina de agua "se hizo con un error de construcción, que es poner escollera en el suelo, lo que dificulta enormemente la limpieza, ya que retiene el lodo y el material orgánico; además, no podemos meter una máquina que lo limpie, por lo que el material se retiene y no llega al mar".
Ha apuntado, además, que el río Guadalmedina presenta "una especie de prolongación que dificulta enormemente que el mar juegue el papel de limpieza y oxigenación de las aguas". Por ello, la propuesta de la Empresa Municipal de Aguas (Emasa) para solucionar el problema de malos olores, que cuenta con un informe negativo de la Gerencia de Urbanismo, pasa por rellenar con rocas, tierra y hormigón la parte final del río, eliminando la entrada de agua y evitando así que quede estancada.
De la Torre ha reconocido que la solución "más fácil y económica, con diferencia, es la de prolongar la zona de vegetación y césped hacia el mar y eliminar la ría". "Eso es lo que se discute desde Urbanismo y lo vamos a ver con todo interés", ha afirmado.
Sobre la posibilidad de quitar la escollera, ha indicado que "tiene el problema de que esos materiales están manteniendo los muros y entonces habría que sustituir ese sostenimiento físico por otras soluciones, que son costosas, del orden de 2,5 millones de euros o más; es una solución muy artificial".
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No obstante, De la Torre ha señalado que su intención es "ver las ventajas técnicas y económicas de una y otra solución y buscar algo que sea encajable al momento actual".
Sí ha mostrado su deseo de que la solución final fuera apoyada desde el punto de vista presupuestario por la Junta y el Puerto. Sin embargo, ha añadido, "ahora mismo somos los únicos que estamos actuando; ellos han dicho sí a la idea de eliminar el agua y de poner la prolongación del césped, pero pagando sólo el Ayuntamiento".
"Sería estupendo poder contar con esos apoyos para la solución que se adopte, sea una o la otra, de modo que se abordara con mayor determinación", ha apostillado.