Málaga, primera ciudad en el mundo en colocar semáforos contra el ruido

Un semáforo que pide silencio es la última medida puesta en marcha para tratar de paliar los altos niveles de ruido que padece Málaga. La iniciativa, promovida por el Ayuntamiento y la Asociación de Empresarios Hosteleros (Aehma), se aplicará en pruebas en cinco establecimientos del centro histórico y Teatinos  y se suma a otra batería de medidas ya iniciadas que parten del mapa de ruidos de la ciudad. Según este documento, algunas áreas urbanas superan de largo los 75 decibelios.

 

El objetivo de estos semáforos es el de alertar a los clientes de los establecimientos cuando se superen los 80 decibelios. El aparato entonces se pone en rojo y pide silencio. Estos niveles son superiores, en todo caso, a los recomendados por la Organización Mundial de la Salud, que fija los umbrales del ruido en 65 decibelios.

 

Según datos del mapa del ruido de la ciudad, el centro y Teatinos no son los únicos lugares que sufren por el ruido -aunque sí los que más quejas registran-: las zonas cercanas a carreteras, polígonos o el entorno de la azucarera superan el umbral de los 65 decibelios que recomienda la OMS para una buena salud acústica.

 

Málaga se sitúa como pionera con este semáforo por ser la "primera ciudad en el Mundo" en utilizar este sistema, según ha indicado Raúl Jiménez, concejal de Medio Ambiente.

 

Durante la primera semana de funcionamiento no se activarán los dispositivos luminosos y acústicos -gratis para las arcas municipales, aunque su coste es de 500 euros más IVA-, sino que acumularán datos. Mientras que en las tres siguientes, ya sí estarán operativas esas señales.

 

Los datos quedarán almacenados en los equipos con finalidad exclusivamente de investigación, sin fines punitivos ni sancionadores, ya que el objetivo es el estudio y la búsqueda de la efectividad o no de la actuación, así como el grado de colaboración y concienciación ciudadana. Una vez que se disponga de resultados, si son positivos, se plantearán instalar estos indicadores en otros establecimientos.

 

A diferencia de otros indicadores del nivel de ruido, que "no pueden adaptarse a las necesidades de cada establecimiento", este dispositivo ofrece hasta 600 posibilidades de ajuste, según el representante de Inoise Technologies.

 

Según ha explicado Francisco Valencia, consejero delegado de Inoise Technologies, la empresa responsable de estos dispositivos, "el oído se va adaptando a un nivel de ruido y si nadie nos indica que estamos superando los niveles adecuados, cada vez lo que hacemos es hablar más fuerte".