El Museo Carmen Thyssen recorre en 30 obras la trayectoria del pintor cordobés más señero. La exposición 'Julio Romero de Torres. Entre el mito y la tradición' indaga en sus comienzos bajo la influencia de otros artistas y se recrea en esas mujeres andaluzas cuyo misterio "él sabía captar en sus miradas", subraya la baronesa.
LA BARONESA Y EL ALCALDE VISITAN LA MUESTRA (R.L) Alrededor de las cuatro obras de Romero de Torres que se encuentran en la colección permanente del Thyssen se ha construido 'Julio Romero de Torres. Entre el mito y la tradición' , que se abre al público este sábado y podrá visitarse hasta el 8 de septiembre. El resto, hasta llegar a las 30 piezas que componen la muestra, son préstamos de cinco museos -entre ellos el Museo de Bellas Artes de Córdoba, el Museo Romero de Torres o el Reina Sofía- y tres colecciones privadas.
La exposición se divide en cuatro secciones, según ha detallado la comisaria de la misma y directora del museo Lourdes Moreno. El primer capítulo, 'Luminismo y realismo social', se centra en la búsqueda de su identidad como pintor, aún bajo la influencia de su padre, Rafael Romero Barros, y otros como Sorolla o Rusiñol. Una de las novedades de esta muestra es que es la primera vez que se presenta 'Mal de amores' junto a 'A la amiga'.
El segundo, 'Retratos y símbolos', abarca desde 1908 a 1929, lo que equivale al grueso de su producción. Comienza a ser reconocido y a recibir encargos de burgueses, nobles y famosos de la época, como 'La bella Otero'. Además de los retratos, aparecen las llamadas 'mujeres símbolo', como 'Fuensanta', elegida imagen del billete de 100 pesetas que estuvo en circulación de 1955 a 1978.
'Poemas y alegorías' es un homenaje a su ciudad natal. "Córdoba es un elemento indisoluble de su producción", remarca Moreno. "Toma paisajes de su ciudad para situarlos buscando un ideal, a fin de conseguir una armonía especial". Su amor por la copla, el flamenco y lo popular se manifiesta aquí. Pero a pesar de que es a esa sensibilidad a la que más se le vincula, tuvo relación con intelectuales como los hermanos Machado, Unamuno o particularmente Valle-Inclán. "Aquí hay obras que llevan nombres puestos por el propio escritor".
La última parte, 'Erotismo y sensualidad', exhibe 'La musa gitana', el primer desnudo integral del arte español que se premia -obtuvo el de la Exposición Nacional de Bellas Artes en 1908-. Asimismo, se puede contemplar el último que realizó, 'La nieta de la Trini' (1929) que rinde tributo a una célebre cantaora malagueña de entonces, La Trini, conocida del artista y de Juan Breva.
PLENA VIGENCIA
La baronesa Carmen Thyssen, que ha estado presente en la inauguración, ha comentado que se trata de "uno de mis pintores favoritos de toda la vida. Mi madre lo adoraba, hablaba mucho de él y quizá por eso me fijé más en él, así que hay un componente emotivo". Señala que la exposición le parece "muy importante, muy buena técnicamente, y se da una base histórica en los cuadros del artista. Está el misterio de la mujer andaluza, tan bonito, y que sabía captar en la mirada de estas morenas tan guapas". Opina que es un pintor del que "tenemos que sentirnos orgullosos. No es tan conocido internacionalmente como debiera, quizá más en Sudamérica. Durante 40 años no se le ha valorado".
El cordobés no se libró de las críticas en su momento. "Fue denostado", apunta Moreno, "porque España tenía un cierto retraso respecto a Europa. Algunos como Picasso salieron y triunfaron. Romero deTorres también viajó, sabía lo que se estaba haciendo fuera, pero su poética no tenía que ver con la ruptura vanguardista y le tachaban de anacrónico. No sólo pintó lo folclórico y lo vernacular, pero encontró ahí su propio camino, él era así por elección". Décadas más tarde, su estética ha inspirado a otros artistas, "lo que prueba su vigencia". Un ejemplo reciente, la película 'Blancavieves', de Pablo Berger, que se proyectará y será objeto de un coloquio con el director como una de las actividades complementarias de la muestra.