El Ciclo del Alma

El Alma, ¿qué es para ti el Alma? ¿se crea? ¿se destruye? ¿se transmite? ¿nace y muere?, según su definición, el Alma sería una entidad abstracta, considerada la parte inmaterial que, junto al cuerpo o parte material, constituye al ser humano, y se le atribuye la capacidad de sentir y pensar. En determinadas creencias, es la parte espiritual e inmortal, separada del cuerpo tras la muerte de la persona. 

Es lo único que sabemos del Alma. Pues bien, intentemos profundizar un poco en el concepto, mezclando ciencia, espiritualidad y magia. Comencemos. 

A todos nos han explicado en la escuela, que cuando nacemos, nuestro ADN está compuesto por la mitad del ADN paterno y la mitad del ADN materno, genética pura. Pero, ¿y sus almas? ¿todo lo que somos es ciencia sin más?, ¿y si además de una copia de su dotación genética, nos transmitiesen una copia de su alma?. Voy más allá, ¿y si además de una copia del alma de cada progenitor, naciésemos con una parte de Alma Nueva?. Daré un salto sin responder a dichas cuestiones, para poder enterder mejor las respuestas.

Cuando nacemos, lo hacemos con una parte material, el cuerpo, que se crea y se destruye como toda materia. Y una parte inmaterial e inmortal, El Alma, que ni se crea ni se destruye, se transforma, se conserva y se transfiere, características científicas de La Energía. Nacemos con una dotación energética, con una dotación de Alma. A lo largo de la vida, ese Alma se transforma, se conserva y se tranfiere. Vivimos situaciones que la modelan, y conocemos a personas con las que intercambiamos un trozo del Alma, personas que nos absorven parte de ella, personas a las que le damos una parte sin pedir otra a cambio, y personas que nos dan parte de la suya sin pedir su correspondiente trocito de la nuestra. 

Vivimos en una mundo social, de conexiones, cuya máxima potencia es El Amor, en todas sus vertientes y con su natural contrario, El Odio. Nacemos llenos de Amor, la Infancia nos alimenta el Alma, no conocemos El Odio, no conocemos el rencor, es la etapa de la vida en la que solo somos felices, sin más, porque es el momento en el que nuestra Alma esta completa, llena y en estado de recarga continua. Pero poco a poco, iremos teniendo un Alma cada vez más diferente a la que tuvimos al nacer, modulada por nuestras vivencias y por las personas que vamos conociendo. Habrá personas que nos hayan dado a la fuerza parte de su Mala Alma (Energía), y otras que nos han ofrecido sin nada a cambio parte de su Buena Alma (Energía). Y aunque esas personas fallezcan, parte de ellas están en las personas en las que ha depositado parte de su inmortalidad, por eso nuestros seres queridos nunca se van del todo, y siempre sentimos que están con nosotros, porque están de verdad.

Se dice que ser padre y ser madre es el acto de generosidad más grande que existe, y así es, cuando tenemos un hijo le estamos dando también parte de nuestra Alma, un Alma que ya nada tiene que ver con la que tuvimos al nacer, le estamos transfiriendo una parte de nuestra Energía, transformada y modelada durante el tiempo que llevamos vivos. La muerte de un ser querido, por ejemplo una abuela, es tan doloroso porque se nos va una parte de nuestra Alma con ella, al igual que una parte de ella permanece en nosotros. Pero sin duda, el dolor más profundo del ser humano es la muerte de un hijo, por que con él se nos va casi la mitad de la nuestra.

Al final de nuestros días, llegaremos con un Alma propia, 100% nuestra, nadie en el planeta tiene una idéntica, nadie tiene una Energía que se haya tranferido y tranformado de la misma manera que la nuestra. Podrá haberlas más o menos parecida, y tenderemos en nuestra vida a convivir con ciertos tipos de Almas, y por su puesto, a intentar encontrar nuestra Alma Gemela.

Al morir, toda esa Energía no se destruye, el Alma es inmortal porque como toda Energia, ni se crea ni se destruye, se tranforma y se transfiere. ¿Y si, ese Alma o parte de ella, es la parte de Alma Nueva de otro ser que llega al mundo? ¿Y si así acabará el ciclo del Alma entendida como Energía?

El mayor reto del Ser Humano, en sus estudios científicos y tecnológicos, es conseguir la Inmortalidad, hacer que la vida sea Infinita, sin plantearse ni tan siquiera, que quizás, ya lo sea.