La peatonalización Molina Lario, Cortina del Muelle y adyacentes queda adjudicada y durará siete meses

08.07.2014 15:21
La obra tenía que haberse iniciado hace ya tres años. De hecho, llegó a tratarse la posibilidad de compatibilizar esta obra con la del metro y estudiar varias incidencias técnicas de una que afectaban a la otra. Tres años después, el metro no llegará hasta la Plaza de la Marina pero la peatonalización de Molina Lario y Postigo de los Abades sí parece que arranca.
 
Las obras se enmarcan en el Plan Turístico de Málaga, cofinanciado por la Junta de Andalucía a través de su Consejería de Turismo (60%) y del Ayuntamiento de Málaga (40%). Ha sido precisamente la mesa de contratación, responsabilidad de la Gerencia Municipal de Urbanismo, la encargada de adjudicar este martes los trabajos a la empresa Conacón. El importe ronda los 2,8 millones de euros y las obras tendrían que estar terminadas en el plazo de siete meses.
La actuación constituye un espaldarazo fundamental a la política de peatonalización del Centro Histórico. De esta manera, se cierra la manzana que circunda a la Catedral y que conecta con edificios tan históricos como el del Palacio del Obispo, la Cámara de Comercio o el Palacio de la Aduana, que albergará el año que viene el ansiado Museo de Bellas Artes. Y, por supuesto, se realza el papel de la seo malagueña a la que, precisamente en estos días, se le han terminado de remozar las cubiertas para que sean visitables.
 
Por lo tanto, por acotar la actuación, cabe señalar que se peatonaliza un tramo más de la calle Molina Lario, además de Postigo de los Abades, Cortina del Muelle, Charlie Rivel, Cañón y Don Juan de Málaga. La extensión pavimentada superará la hectárea de superficie, 10.000 metros cuadrados.
 
Además de instalar un pavimento de calidad utilizando piedras y granitos naturales tratados para evitar por ejemplo resbalones, se procederá a la renovación de todas las instalaciones (alcantarillado, red eléctrica, abastecimiento, luminarias y farolas, telefonía...)
 
Durante los trabajos hay una fase específica para vigilar los posibles elementos arqueológicos del subsuelo. Por otra parte, todas las obras estarán encaminadas a que el espacio sea accesible.
 
Molina Lario
 
El resultado en esta calle es que tan sólo quedará tráfico residencial y de servicios. Tampoco albergará las habituales paradas de coches de caballos. En todo caso, los vehículos que puedan circular lo harán por un lateral. De esta manera, se consigue también mejorar la permeabilidad entre todo este entorno, el Parque, la Plaza de la Marina y se consigue un nuevo ‘hall' de entrada al Centro que se suma al de la calle Larios.

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